Fotografía analógica

La quinta práctica ha sido fotografía analógica. El primer paso en esta práctica es coger la cámara analógica e insertarle un carrete para comenzar a realizar fotografías. El carrete permite sacar unas 36 fotografías. Tras haber tomado dichas fotografías  y señalar el diafragma y el obturador utilizado en cada una de ellas, el siguiente paso será en el laboratorio de fotografía donde sacaremos el carrete en total oscuridad, a excepción de la luz roja, para que la luz no pueda estropear nuestras fotografías. Una vez extraído el carrete se colocará en la espiral y permanecerá unos 10 minutos donde se introducirá líquido revelador y fijador.

Una vez transcurrido este proceso, en total oscuridad sacaremos el carrete y cogeremos también papel fotográfico.

En primer lugar a la hora de revelar el carrete, utilizaremos un microscopio fotográfico. Se colocará un papel fotográfico y sobre él el carrete que deseamos revelar para que aparezcan sobre el papel las fotografías en miniatura. Para que dichas fotografías aparezcan en tamaño completo en el papel se debe introducir el carrete en el microscopio y ajustarlo para que tenga el tamaño que deseemos. La luz que proyecta la fotografía en el papel debe incidir sobre el papel durante poco tiempo ya que si no lo que conseguiremos será quemar dichas fotografías.

Una vez proyectada la fotografía en el papel fotográfico la introduciremos en un recipiente que contiene líquido revelador donde poco a poco irá apareciendo la fotografía anteriormente proyectada. Tras este paso la fotografía se introducirá en líquido fijador para que la imagen no se estropee y se detenga el proceso químico de la revelación que lo que hace es ennegrecer nuestra fotografía. El tercer paso será introducir la fotografía en agua para eliminar totalmente los líquidos anteriores y por último dejarlas secar.

Tras estos pasos ya tendremos las fotografías totalmente reveladas.

Una vez terminado el proceso del laboratorio debemos presentar una memoria en la que mostremos las imágenes reveladas y todos los pasos realizados desde que sacamos las fotos hasta que tenemos la fotografía en papel. También se deben indicar las incidencias surgidas en el trabajo, como la quema de fotografías con el líquido revelador ya que pueden quedar totalmente negras si se exponen demasiado tiempo a la luz del microscopio.